Ya casi estamos en agosto y acabo de caer en la cuenta de que este año voy tan liada que todavía no me he puesto a preparar las cosas para el próximo curso. Bueno, en realidad lo que tenía que haber hecho ya era reservar los libros de los dos más peques, pero… A ver si esta misma semana le pongo remedio porque se me va a echar el tiempo encima.

Lo que sí tengo claro ya, es que gracias a las Petit Fernand, el próximo curso les será más difícil perder las cosas a mis peques. En su web tienen unas etiquetas personalizadas que vienen genial para que no pierdas nada el próximo curso.

Yo no se los vuestros, pero los míos son unos auténticos especialistas de la materia. Hemos perdido cantimploras, chaquetas, mochilas… Todo eso sin entrar en el material escolar. La de lápices, rotus y pinturas que me han perdido.

El año pasado yo etiqueté todo. Hasta los estuches. Y la verdad es que perdieron menos cosas que normalmente. Quedé encantada. Así que, cuando este año volvieron a contactar conmigo desde Petit Fernand, para que probase alguno de sus productos, no lo dudé ni un segundo.

Imagen propiedad de Petit Fernand

César sigue usando la misma talla, más o menos, que el año pasado, así que no iba a necesitar muchas etiquetas para la ropa. Los babis y las chaquetas ya llevan sus chulas etiquetas termoadhesivas.  Al igual que algunas bolsas y mochilas.

Lo que me hacía más falta eran etiquetas personalizadas pequeñitas para poner en el nuevo material escolar de Carla: reglas, tijeras, pegamento, lápices, rotuladores… Es una de las mejores ideas para que no pierdas nada el próximo curso.

Estoy totalmente de acuerdo con que los niños han de ir haciéndose responsables de sus cosas, pero hay veces que necesitan alguna ayudita. A ella le cuesta bastante concentrarse y el orden no es uno de sus fuertes. Así que, aunque le pone empeño, muchas veces no se da cuenta de que algo le falta hasta que necesita volver a usarlo. El que sus cosas estén etiquetadas le ayuda a tener más organización en clase. Al igual que el hecho de usar un estuche de pisos en los que cada cosa tiene su sitio. Pero eso es algo de lo que me he dado cuenta este año. Antes llevaba portalápices en los que va todo junto y era un caos. Nunca sabía donde estaba nada, ni lo que llevaba en el estuche…

Además me han enviado algunas etiquetas personalizadas más grandes para las libretas y los cuadernillos del cole. Las he pedido en un diseño a rayas blanco y amarillo que ha quedado genial.

En mi caso, como el nombre de los dos pequeños empieza por la misma letra, he pedido las etiquetas solo con la inicial y los apellidos. En casa las cosas pasan de un hermano a otro, y de este modo no tengo que cambiar las etiquetas cuando sea el peque quien lo use.

Otra cosa que mis peques llevan para el cole son unas cantimploras para el agua. El año pasado César llevaba una pequeñita y flexible que le iba muy bien, pero ahora necesita una más grande. En la web de Petit Fernand puedes pedir unas cantimploras personalizadas para tus peques que están genial.

La verdad es que sus cantimploras personalizadas me han gustado muchísimo. Al cogerlas te das cuenta de que el material del que están hechas es fuerte y consistente.

Pesan un poquito, pero dan la sensación de que son resistentes y que no se abollarán al primer golpe. De hecho, puedo dar fe de que así es. César ya le ha dado unos cuantos y la botella sigue como nueva. Lo que sí se estropeó un poco fue el tapón, pero porque mis fierecillas son muy brutos y no veas el golpetazo que le dieron un par de días después de que nos llegase. Sólo les faltó ponerse a saltar encima… En fin, que se ha rajado un poco la tapa.

Ya pensaba yo que nos habíamos quedado sin cantimplora, pero… ¡Que va! Si es que cuando abres la tapa te das cuenta de que el tapón lleva un sistema de bloqueo para que no se salga el agua. Así que, a pesar de que la tapa se me haya roto un poquito, vamos a poder seguir usándola igual porque no se sale ni gota. Y menos mal, porque César está como loco con ella.

La verdad es que no me extraña. Su cantimplora personalizada lleva su nombre y un diseño de monstruos que mola mogollón. Ya me gustaría a mi que hubiese las mismas cantimploras más grandes. Molaría que hubiese de medio litro o de 750ml. Así también le serviría para el mayor, por ejemplo. O para mí. Jejejeje

Imagen propiedad de Petit Fernand

Ah, las cantimploras son isotermicas, así que también sirven para meter bebidas calientes y que se conserve el calor. Y como la boquilla es ancha se puede limpiar super fácil y a fondo.

¿Qué os parece? ¿A que mola?

¿Qué os han parecido este post para que no pierdas nada el próximo curso? ¿Vosotros marcáis los objetos de los peques? ¿Conocíais Petit Fernand? Puedes dejarme un comentario más abajo contándomelo. No olvides que vuestros comentarios y vuestros “me gusta” nos ayudan a seguir creciendo. 😉

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